Daniel González – Gracia
Una metamorfosis surreal del hogar mediterráneo en la IX Trienal de Milán, 1951
Intersecando las manifestaciones del arte popular con las del arte culto, la sección española de la IX Trienal de Milán (1951) trató de exponer «cuánto le deben, directa o indirectamente, las tendencias más destacadas del arte contemporáneo a nuestro acervo artístico».
A través de una transmutación del espacio habitado en espacio expositivo, diversos objetos, materiales y sistemas pertenecientes al ámbito doméstico mediterráneo alteraron su realidad en el diálogo con las producciones del arte moderno allí presentes. Si estas últimas se acomodaron en su hábitat natural, aquellos otros elementos populares vieron turbada su esencia vernácula al ser extirpados del hogar para compartir escenario con aquellas nuevas manifestaciones artísticas.
Una amalgama de orígenes y referentes culturales que hacía posible una reinterpretación de aquellos elementos de la arquitectura popular mediterránea, como la persiana de librillo; de materiales tradicionales, como la rafia; o de objetos cotidianos, como porrones, botijos o los tradicionales siurells mallorquines, los cuales cobraron allí nuevos significados, conectando con un repertorio iconográfico surrealista que impregnaba toda la instalación.