Claudia Rueda Velázquez e Isabela de Rentería Cano
El mediterráneo, vía hacia la modernidad en Guadalajara , Jalisco
En las décadas de 1920 y 1930, un grupo de egresados de la Escuela Libre de Ingenieros de Guadalajara, Luis Barragán, Ignacio Díaz Morales, Rafael Urzúa y Pedro Castellanos, encabezaron una manera de entender la arquitectura como búsqueda –a contracorriente de los postulados modernos de la Ciudad de México–, de una identidad propia para la capital tapatía.
Se trataba de volver al origen a través de una síntesis de la arquitectura mediterránea, que encontró su inspiración en Ferdinand Bac, arquitecto, poeta y paisajista. Bac reinterpretó, en sus dibujos y sus jardines, el Mediterráneo que conoció en sus viajes. Su influencia se halla sobre todo en casas unifamiliares, ubicadas en las colonias modernas de principio del siglo XX.
En la ornamentación, volumetría y representación, hay una clara influencia del paisajista. Sin embargo, este artículo atiende a temas esenciales como la relación de la arquitectura con el entorno y los espacios intermedios, patios, porches y pérgolas, que pautan la relación interior-exterior. Son elementos de la arquitectura tradicional mexicana, heredera de la mediterránea, que serán fundamentales en la primera modernidad en Guadalajara.