Julio Garnica González-Bárcena
Harnden y Bombelli: regionalismo westinghouse a orillas del Mediterráneo español
A principio de la década de 1960, los arquitectos Peter Harnden y Lanfranco Bombelli visitan, tras una recomendación de José Antonio Coderch, la localidad catalana de Cadaqués. Fascinados por el paisaje geográfico y cultural de esta “isla” mediterránea, trasladan de inmediato a Barcelona su oficina internacional de arquitectura, en la que compaginan el diseño y contenido de los pabellones norteamericanos presentados en las ferias europeas de la época con el proyecto de diversas viviendas unifamiliares de vacaciones en la costa española.
Después de frecuentar durante años los principales centros de decisión, Harnden y Bombelli proyectan en un lenguaje aparentemente distinto al utilizado hasta entonces, respetando el aspecto de las fachadas originales o manteniendo el uso de los materiales tradicionales. Con la aspiración a una mediterraneidad que “no se hereda, sino que se alcanza”, la sabia lectura de la tradición popular y la “fe en el sur” se codifican a través de los valores modernos, matizados por la influencia californiana de Harnden y la italianizante de raíz suiza de Bombelli, bajo el filtro matemático del Arte Concreto. Disfrazadas de “región” ─artificialmente populares y sin más pretensión que pasar inadvertidas─ estas casas son también y propiamente como exposiciones cuyo sentido exacerbado del confort o el carácter genuinamente democrático de los livings abiertos al exterior establecen un diálogo inédito y enriquecedor con la tradición mediterránea.